Maculopatía miópica


¿Qué es la maculopatía miópica?

La maculopatía miópica es una enfermedad degenerativa que afecta a la mácula.

Hay que tener en cuenta que la mácula se encuentra en el eje central de la retina (la parte más delicada y sensible de los ojos), la función de la mácula es la de poder permitir a la persona ver los detalles de los objetos con claridad.

Este tipo de maculopatía provoca una atrofia en el epitelio pigmentario y roturas irreversibles en el tejido de la mácula.

Si se pierde la visión central el paciente no será capaz de ver con claridad las letras, objetos y colores, esto limitará la vida de la persona en tareas del día a día como: conducir, leer o a la hora de realizar cualquier tarea en visión cercana.

¿Qué causa la maculopatía miópica?

Existen diferentes tipos de maculopatías, la maculopatía miópica está causada por la miopía magna (personas con -6 o más dioptrías).

Este trastorno ocular suele estar causado por la elongación excesiva del globo ocular que provoca la miopía magna.

Esa elongación hace que el tejido ocular se estire provocando roturas en el tejido de la mácula, haciendo que la persona que lo padece pierda la visión central.

5 Síntomas de la degeneración macular miópica

Una degeneración macular miópica puede no presentar síntomas, por eso es tan importante realizar una detección precoz con un oftalmólogo especialista.

Cuando la maculopatía miópica comienza a avanzar puede presentar síntomas como:

1 Dificultad para leer.

2 Incapacidad de ver los objetos con detalle.

3 Pérdida de la visión central debido a la aparición de una mancha negra.

4 Disminución de la visión en general.

5 Dificultad para ver en situaciones de escasa iluminación.

Tratamientos para la maculopatía miópica

El tratamiento tiene como objetivo mejorar la calidad de vida del paciente y retrasar el avance del deterioro macular.

Dependiendo de cada paciente, el tipo de maculopatía miópica que padece, la gravedad de la misma y la posible existencia de otras enfermedades oculares subyacentes, el oftalmólogo especialista valorará el tipo de tratamiento más adecuado para cada persona.

En algunos casos el especialista recomendará inyecciones intraoculares, cirugía láser para reparar los vasos sanguíneos dañados, cirugía refractiva y/o medicamentos para frenar la formación de nuevos vasos sanguíneos.

Consumo de vitaminas

Llevar una dieta sana y equilibrada con alimentos buenos para la vista ricos en antioxidantes con vitamina A, C y E, ayudan a ralentizar el avance de la enfermedad.

Es muy importante tener en cuenta que el tratamiento de esta enfermedad sirve para frenar su avance, pero el daño no es reversible.